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El Louvre embrujado: los 3 fantasmas que habitan el museo más famoso del mundo

¿Te gustan las historias de fantasmas? Si es así, quizá te interese visitar el museo más famoso del mundo: el Louvre. Este edificio, que tiene cerca de 800 años de antigüedad, alberga no solo obras de arte, sino también algunos espíritus que se resisten a abandonar sus salas. En este artículo te contamos quiénes son los 3 fantasmas más conocidos del Louvre y por qué siguen rondando por allí.

Jean l'Ecorcheur, el carnicero del Louvre

El primero es Jean l'Ecorcheur, un carnicero que vivió en el siglo XVI y que trabajaba para la reina Catalina de Médicis. Jean era un hombre cruel y sanguinario, que disfrutaba torturando y desollando a sus víctimas. La reina lo utilizaba para eliminar a sus enemigos políticos y personales, pero un día decidió que era demasiado peligroso y ordenó su ejecución. Sin embargo, Jean no se fue al otro mundo sin más. Su fantasma sigue apareciendo por los Jardines de las Tullerías, que forman parte del complejo del Louvre. Se le reconoce por su atuendo rojo, que le ha valido el sobrenombre de "hombre rojo de las Tullerías". Algunos dicen que se le puede ver caminando entre los árboles, mientras que otros afirman que se le oye susurrar amenazas a los visitantes.

Las Tullerías, renombrada como el "Jardin National" durante la Revolución francesa: el Festival del Ser Supremo (1794).

Belphegor, la momia maldita del Louvre

El segundo es una momia egipcia llamada Belphegor. Según la leyenda, esta momia fue traída al Louvre en el siglo XIX por un arqueólogo francés que la encontró en una tumba. La momia tenía una maldición que provocaba desgracias a quien la poseyera o la mirara. El arqueólogo murió poco después de llegar a París, y la momia fue expuesta en el museo. Desde entonces, se dice que Belphegor sale de su sarcófago por las noches y recorre los pasillos del Louvre buscando nuevas víctimas. Su aspecto es terrorífico: tiene la piel negra y arrugada, los ojos hundidos y los dientes afilados. Algunos guardias de seguridad han afirmado haberla visto e incluso haber sentido su aliento helado en el cuello.

Fotograma de la miniserie francesa Belphegor de 1967

Pierre, el soldado que atemoriza al Louvre

El tercero es un soldado napoleónico que murió durante la batalla de Waterloo en 1815. Su nombre era Pierre, y era un gran admirador de Napoleón Bonaparte. Antes de morir, su último deseo fue ver una vez más el retrato de su emperador favorito, que se encontraba en el Louvre. Sin embargo, nunca pudo cumplir su sueño, ya que falleció en el campo de batalla. Su espíritu viajó hasta el museo, donde se quedó para siempre. Se le puede ver en la sala donde está el retrato de Napoleón, vestido con su uniforme azul y blanco. A veces saluda a los visitantes con un gesto militar, y otras veces llora por la derrota de su líder.

La batalla de Waterloo, óleo de William Sadler.

Estos son los 3 fantasmas más famosos del Louvre, pero no los únicos. Hay quienes aseguran que hay muchos más espíritus que habitan el museo, algunos benignos y otros malévolos. Si quieres conocerlos, solo tienes que atreverte a visitar el Louvre por la noche. ¿Te animas?

Si deseas conocer otros datos sobre el Museo del Louvre y, sobre todo, información sobre las más grandes obras del arte que alberga el Museo del Louvre de París, te recomendamos "El Louvre Guía de Arte"

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