La Gioconda del Museo del Prado
La Gioconda o Mona Lisa es una de las pinturas más famosas y enigmáticas de la historia del arte. Su autor, Leonardo da Vinci, fue un genio renacentista que destacó en múltiples campos del saber y la creación. Su retrato de Lisa Gherardini, esposa de Francesco del Giocondo, es una obra maestra de la técnica del sfumato, que consiste en difuminar los contornos y crear una atmósfera suave y misteriosa.
Pero ¿sabías que existe otra versión de La Gioconda, muy similar a la original, que se conserva en el Museo del Prado de Madrid? Se trata de una copia realizada por uno de los alumnos del taller de Leonardo, probablemente al mismo tiempo que el maestro pintaba su obra. Esta copia, conocida como La Gioconda del Prado, es la más antigua y fiel de las que se conocen, y ofrece una visión más clara y luminosa del retrato, ya que no ha sufrido el oscurecimiento de los barnices como la del Louvre.
Esta obra, que se encontraba en los depósitos del museo, salió a la luz en 2012 y causó una gran expectación entre el público y los expertos. Durante un tiempo, se exhibió junto a la original en el Louvre, donde se pudo apreciar las diferencias y similitudes entre ambas. Ahora, la copia española se puede ver en una sala del Prado, sin que se le dé demasiado bombo ni platillo.
¿Qué tiene de especial esta versión de la sonrisa más famosa del mundo? Pues que, según algunos, es más bonita y más femenina que la original. Tiene el rostro más redondeado, los ojos más grandes y expresivos, el cabello más suelto y las cejas más marcadas. Además, el fondo oscuro que tenía ha sido restaurado y se ha recuperado el paisaje que Leonardo había pintado. Algunos creen que esta copia es más fiel al aspecto real de Lisa Gherardini, la mujer que posó para el maestro renacentista.
La identidad del autor de esta réplica es un misterio. Se cree que pudo ser uno de los alumnos o colaboradores de Leonardo, que trabajó al mismo tiempo que él o poco después. Algunos apuntan a Andrea Salai, un joven pintor que fue amante y protegido de Leonardo. Otros sugieren a Francesco Melzi, otro discípulo aventajado del genio italiano. Sea quien sea, lo cierto es que esta copia es una joya.
La Gioconda del Prado fue descubierta en 2010, cuando se sometió a un proceso de estudio y restauración. Hasta entonces, se creía que era una copia posterior e inferior, ya que tenía un fondo negro que ocultaba el paisaje. Sin embargo, al retirar el fondo se reveló el mismo paisaje que aparece en el original, con las mismas correcciones que hizo Leonardo. Además, se comprobó que el dibujo subyacente era muy similar al de la obra maestra, lo que indica que el copista siguió el mismo proceso de elaboración y contó con la supervisión del maestro.
La Gioconda del Prado es una obra de gran valor histórico y artístico, ya que nos permite apreciar mejor los detalles y los colores del retrato de Leonardo. También nos muestra cómo funcionaba el taller de Leonardo, donde los alumnos aprendían imitando al maestro y colaborando en sus proyectos. La copia no pretende competir con el original, sino complementarlo y enriquecerlo.
Si quieres saber más sobre La Gioconda del Prado, puedes visitar el Museo del Prado o consultar su página web: https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/la-gioconda-o-mona-lisa-del-taller-de-leonardo-da/9c1f2f9c-8b0a-4b6d-8d3c-7e1f5c9f0b4e
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