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El buzón para amantes de la Mona Lisa en el Louvre

¿Sabías que la Mona Lisa tiene su propio buzón en el Louvre por todas las cartas de amor que recibe? Así es, la famosa pintura de Leonardo da Vinci ha cautivado a muchos admiradores a lo largo de los siglos, que le han dejado ofrendas de flores, poemas y, sí, notas de amor. Algunos han llegado incluso a extremos insólitos, como el artista Luc Maspero, que supuestamente se suicidó en 1852 saltando desde el balcón de un hotel porque "Durante años he luchado desesperadamente con su sonrisa. Prefiero morir". ¿Quién diría que la apreciación artística podría ser tan oscura?

En este artículo te contaremos más sobre la fascinación que ha generado la Mona Lisa, las razones por las que se ha convertido en un icono cultural y algunos de los secretos que esconde su enigmática expresión. También te mostraremos algunas de las cartas de amor más curiosas que ha recibido la dama del Louvre y cómo puedes enviarle la tuya si te animas. ¡No te lo pierdas!

El buzón se encuentra en una sala contigua a la que alberga el retrato, y está decorado con una reproducción del rostro de la enigmática mujer. Allí, los visitantes pueden depositar sus misivas, que son recogidas por el personal del museo y guardadas en un archivo especial.

¿Qué dicen estas cartas? Según algunos testimonios, hay de todo: desde confesiones íntimas hasta preguntas sobre la identidad o el significado de la obra. Algunos le escriben poemas, otros le piden consejo o le cuentan sus problemas. Hay quien le agradece por inspirarle o por acompañarle en momentos difíciles. Y también hay quien le propone matrimonio o le declara su pasión.

No se sabe con exactitud cuándo empezó esta tradición, pero se cree que se remonta al siglo XIX, cuando la Mona Lisa se convirtió en un icono mundial gracias a las reproducciones y las copias que se hicieron de ella. Desde entonces, su popularidad no ha dejado de crecer, y se ha convertido en una de las obras de arte más vistas y fotografiadas de la historia.

Pero la Mona Lisa también esconde muchos secretos y misterios, que han alimentado la imaginación y la curiosidad de los admiradores. Por ejemplo, ¿quién era la mujer que posó para Leonardo? ¿Qué quería expresar con su sonrisa? ¿Qué símbolos ocultos hay en el cuadro? ¿Es un autorretrato del pintor?

Estas y otras preguntas han sido objeto de numerosas investigaciones y teorías, algunas más verosímiles que otras. Lo cierto es que Leonardo da Vinci nunca terminó del todo la obra, y que siguió trabajando en ella hasta su muerte en 1519. Se cree que la pintó entre 1503 y 1506, y que representa a Lisa Gherardini, la esposa de un rico comerciante de seda florentino llamado Francesco del Giocondo. De ahí que también se le conozca como La Gioconda.

La técnica que empleó Leonardo para pintarla fue muy innovadora para la época, y consistía en aplicar capas muy finas y transparentes de óleo sobre álamo, creando un efecto de profundidad y luminosidad. También usó el sfumato, un método para difuminar los contornos y crear una atmósfera nebulosa. Estos recursos le permitieron crear una obra maestra de la perspectiva y el realismo, que sigue fascinando a millones de personas.

Si tú también eres uno de ellos, y quieres enviarle una carta a la Mona Lisa, puedes hacerlo visitando el Louvre o escribiendo a la dirección postal del museo:

Musée du Louvre

Service des publics

A l'attention de Mona Lisa

75058 Paris Cedex 01

Francia

O quizás prefieras guardar tu mensaje en tu corazón, y contemplarla en silencio la próxima vez que tengas la oportunidad. Sea como sea, recuerda que la Mona Lisa siempre te estará mirando con su sonrisa inolvidable.

Si deseas conocer otros datos sobre el Museo del Louvre y, sobre todo, información sobre las más grandes obras del arte que alberga el Museo del Louvre de París, te recomendamos "El Louvre Guía de Arte"

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