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Descubre a Rubens en 6 datos

Pedro Pablo Rubens fue un pintor flamenco del siglo XVII, considerado uno de los máximos exponentes del barroco. Su obra abarca una gran variedad de temas, desde religiosos hasta mitológicos, pasando por retratos, paisajes y escenas de caza. Su estilo se caracteriza por el dinamismo, el color y la sensualidad, con una clara influencia de la pintura renacentista italiana, especialmente de Tiziano. Aquí te presentamos seis datos interesantes sobre su vida y su obra:

1.Nació en Alemania, pero se formó y trabajó principalmente en Amberes.

Rubens nació en 1577 en Siegen, una ciudad alemana donde su padre había huido por motivos religiosos. Sin embargo, tras la muerte de su padre en 1587, su madre regresó con sus hijos a Amberes, donde Rubens recibió una educación humanista y se inició en el arte. Allí fue aprendiz de varios maestros locales, como Tobias Verhaecht, Adam van Noort y Otto van Veen. En 1600 viajó a Italia, donde permaneció ocho años al servicio del duque de Mantua y estudió las obras de los grandes maestros italianos. A su regreso a Amberes en 1608, fue nombrado pintor de cámara de los archiduques Alberto e Isabel Clara Eugenia, gobernadores de los Países Bajos Españoles. Desde entonces, su fama y su clientela se extendieron por toda Europa.

2. Fue un exitoso diplomático y hombre de negocios.

Además de pintor, Rubens fue un hombre culto y políglota, que hablaba al menos seis idiomas: flamenco, francés, italiano, latín, español e inglés. Esto le permitió desempeñar misiones diplomáticas para los archiduques y para el rey Felipe IV de España, con quien mantuvo una estrecha relación. Entre sus logros diplomáticos se cuenta la firma del Tratado de Amberes en 1630, que puso fin a la guerra entre España e Inglaterra. Por otro lado, Rubens fue un hábil comerciante de arte, que supo aprovechar el mercado internacional y vender sus obras a precios elevados. También fue coleccionista y poseía una gran cantidad de pinturas, esculturas, libros y antigüedades.

3. Dirigió un prolífico taller con numerosos colaboradores.

La enorme demanda de sus obras le obligó a crear un gran taller en el que trabajaban varios discípulos y ayudantes. Entre ellos se destacan Jacob Jordaens, Gaspar de Crayer y Anton van Dyck, quien se convirtió en su principal colaborador y luego en su rival. El método de trabajo consistía en que Rubens realizaba los bocetos o los modelos a pequeña escala, que luego eran ampliados y ejecutados por sus ayudantes bajo su supervisión. Finalmente, él intervenía para dar los últimos retoques y firmar la obra. Así pudo producir alrededor de 1500 pinturas, además de dibujos, grabados, tapices y diseños para otros medios.

4. Fue el creador del "rubenismo", un estilo que exalta la belleza femenina.

Una de las características más reconocibles de la pintura de Rubens es la representación de las mujeres con cuerpos voluptuosos, carnosos y sensuales, que contrastan con los cánones clásicos de la belleza ideal. Estas mujeres se conocen como "rubenesques" o "rubenianas" y son el símbolo del "rubenismo", un término que se usa para describir el gusto por lo exuberante y lo opulento en el arte. Algunos ejemplos de este estilo son las Tres Gracias (1635), El juicio de Paris (1639) o El rapto de las hijas de Leucipo (1618).

5. Se casó dos veces con mujeres mucho más jóvenes que él.

Rubens contrajo matrimonio en 1609 con Isabella Brant, hija de un importante abogado de Amberes. Con ella tuvo tres hijos: Clara Serena, Alberto e Isabel Elena. Isabella murió en 1626 a causa de la peste. Cuatro años después, Rubens se casó con Helena Fourment, sobrina de su primera esposa y 37 años menor que él. Con ella tuvo otros cinco hijos: Clara Juana, Francisco, Isabel Albertina, Pedro Pablo y Constancia Albertina. Helena fue la musa y el modelo de muchas de sus obras, como El sombrero de paja (1625), El jardín del amor (1633) o Las tres gracias (1635).

6. Murió a los 62 años a causa de una insuficiencia cardíaca.

Rubens falleció el 30 de mayo de 1640 en su casa de Amberes, rodeado de su familia. Su salud se había deteriorado por la gota, una enfermedad que le impedía pintar con normalidad. Su cuerpo fue enterrado en la iglesia de Santiago, donde había diseñado su propia capilla. Su tumba está adornada con una pintura suya que representa a la Virgen y el Niño con los santos Jorge, Miguel y Catalina.

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